Consejos para aparcar durante el examen de conducir
Uno de los momentos clave de la prueba es el estacionamiento del vehículo y algunos alumnos se ponen nerviosos y olvidan realizar algunos pasos clave.
Saber aparcar bien el coche es clave para el día a día, ya que es algo que vas a tener que hacer constantemente. Precisamente por este motivo, en la mayoría de exámenes prácticos de conducción, la persona examinadora va a pedirte que estaciones el vehículo en un momento dado, y aunque hayas realizado una prueba impecable, alguna de las infracciones que puedes cometer durante el estacionamiento si no estás atento puede comportar una falta grave, y por lo tanto, el suspenso del examen.
En primer lugar, y antes de entrar en materia, lo primero que queremos remarcar es que el examinador no espera que aparques muy rápido. Es normal querer terminar el examen cuanto antes, pero cuando te dan la indicación de estacionar el vehículo, es mejor que te tomes tu tiempo a que lo hagas demasiado deprisa y sin analizar la situación. Está bien que aparques ágilmente porque no quieres bloquear la circulación, pero no te precipites.
Estacionamiento en línea
Se trata de aparcar el coche en paralelo al sentido de la marcha y aunque al principio parece muy complicado, si el espacio es suficiente y sigues los pasos al pie de la letra es más fácil de lo que parece. Lo primero que tienes que hacer siempre, aparques como aparques, es señalizar la maniobra con el intermitente. No hacerlo puede comportar una falta grave en la prueba.
A continuación, tienes que colocarte en paralelo al vehículo que esté delante de la plaza, es también el momento de situarte a un lado de la vía para intentar obstaculizar lo mínimo posible la circulación. Después, pon marcha atrás y desplaza el coche hasta que tus ruedas traseras estén a la altura del parachoques del otro coche.
Ahora gira el volante por completo hacia el lado dónde vas a aparcar y mueve el vehículo marcha atrás lentamente hasta que por tu retrovisor exterior, veas el faro delantero interior del coche que esté aparcado atrás. Gira el volante por completo hacia el exterior, y sigue desplazándote marcha atrás al interior de la plaza.
Si tu rueda trasera choca con el bordillo, gira el volante por completo hacia el otro lado y avanza muy lentamente un poquito, después vuelve a girar por completo el volante y muévete marcha atrás. Ve repitiendo hasta que el coche esté dentro de la plaza, con espacio suficiente delante y atrás de tu vehículo.
Estacionamiento en batería
Los vehículos aparcados en batería pueden estar completamente perpendiculares a la circulación, en cuyo caso es indiferente aparcar de morro o marcha atrás, por lo que te recomendamos la segunda opción. O también pueden estar a unos 45 grados de inclinación respecto a la acera o la pared, en cuyo caso, dependerá del sentido de la marcha y la inclinación de las líneas, si se trata de estacionamiento de cara o en batería inversa.
En el caso de que la calle en la que vas a estacionar esté señalada para aparcar en batería en diagonal de cara, basta con indicar la maniobra e intentar calcular bien que la distancia que queda a ambos lados del vehículo es la suficiente para que todos los ocupantes puedan abrir las puertas y salir sin problema. En ese caso lo más complicado es la maniobra de salida, así que si te toca empezar el examen desde esta posición, hay que vigilar bien los retrovisores y el espacio disponible.
Por otra parte, si se trata de batería inversa, ya sea en diagonal o perpendicular, como siempre lo primero que hay que hacer es señalizar la maniobra. Para estacionar de esta forma, es necesario tomar de referencia el vehículo que esté aparcado al lado de la plaza libre. Alinea el parachoques de tu coche con el del otro vehículo, dejando una separación de unos 50 cm, y empieza la marcha atrás, lentamente, girando el volante en la dirección del espacio hasta que tu rueda trasera haya superado el faro del otro vehículo para asegurarte que no vas a golpearlo. Sigue desplazándote al interior de la plaza, vigilando la separación con el vehículo que queda al otro lado.
En ambos casos es muy importante vigilar los retrovisores durante la marcha atrás, para asegurarte de que no hay otros obstáculos o no hay peatones cruzando en ese momento. El aparcamiento es una maniobra que requiere práctica, así que antes del examen, pídele a tu instructor que te ayude a practicar ambos tipos de estacionamiento. ¡Y buena suerte en el día de la prueba!